CONCEPTO, CLASIFICACION Y CRITERIOS DIAGNOSTICOS DE LA DIABETES MELLITUS.
La
Diabetes Mellitus (Dm) se describe como un desorden metabólico de
etiología múltiple que se caracteriza por hiperglucemia crónica y
trastornos en el metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas
como consecuencia de defectos en la secreción y/o acción de la insulina o
de ambos.
En la patogenia de la DM están envueltos
varios procesos que incluyen la destrucción de las células ß del
páncreas con la consiguiente deficiencia insulínica y otros que se
derivan de la resistencia a la acción de esta hormona. La deficiente
acción de la insulina sobre el tejido diana, debida a la insensibilidad o
falta de insulina es la causante de la anormalidad en el metabolismo de
los carbohidratos, proteínas y grasas.
Este
desequilibrio metabólico mantenido puede producir cambios progresivos
que llevan al desarrollo de complicaciones a largo plazo como son la
retinopatía diabética, segunda causa de ceguera en el mundo; la
neuropatía periférica que puede provocar, entre otros riesgos, úlceras,
mal perforante plantar y articulación de Charcot y ser causa de
amputaciones en miembros inferiores, la neuropatía autonómica incluyendo
la disfunción sexual eréctil y la nefropatía diabética que en su fase
terminal conduce a la insuficiencia renal aguda, a todo lo cual se añade
la mayor frecuencia de enfermedad cardiovascular, vascular periférica y
cerebrovascular en la población diabética.
Los síntomas
clásicos de la DM son la polidpsia (mucha sed), poliuria (aumento de la
orina), polifagia (mucha hambre), visión borrosa y pérdida de peso. En
su forma más severa, al debut de la DM puede presentarse la cetoacidosis
o un estado hiperosmolar no cetócico que, en su desarrollo, pueden
conducir al coma y, en caso de no aplicarse el tratamiento efectivo,
llevar a la muerte. Pero, frecuentemente hay ausencia de síntomas o su
presencia no es marcada y la hiperglucemia con sus consecuentes cambios
orgánicos y funcionales es el único elemento mantenido durante el
período precedente al diagnóstico.
CLASIFICACION DE LA DIABETES
Los
nuevos criterios para el diagnóstico y clasificación de la DM fueron
desarrollados casi simultáneamente por un comité de Expertos de la
Asociación Americana de Diabetes (ADA) y por el Comité Asesor de la
Organización Mundial de la Salud (OMS). La clasificación se basa
fudamentalmente en su etiología y características fisiopatológicas,
clasificándola en cuatro tipos fundamentales:
1. DM Tipo 1 (la destrucción de las células β habitualmente conducen a la deficiencia absoluta de insulina)
a) mediada por proceso inmune
b) idiopática
2.
DM Tipo 2 (puede establecerse desde una predominante resistencia a la
insulina con una deficiencia insulínica relativa hasta un predominante
defecto secretor de insulina con resistencia a la insulina)
3. Otros tipos específicos
A) Defecto genético de la función de las células β
1. Cromosoma 12.HNF-1α (Mody 3);
2. Cromosoma 7 glucokinasa (Mody 2);
3. Cromosoma 20 HNF - 4α (Mody 1);
4. DNA mitocondrial;
5. Otros.
B) Defecto genético de la acción de la insulina
1. Resistencia a la insulina tipo A,
2. Leprechaunismo,
3. Síndrome Rabson-Mendenhall,
4. Diabetes lipoatrófica,
5. Otras.
C) Enfermedades del páncreas exocrino
1. Pancreatitis,
2. Trauma/pancreatectomía,
3. Neoplasias,
4. Fibrosis quística,
5. Hemocromatosis,
6. Pancreatopatía fibrocalculosa,
7. Otras.
D) Endocrinopatías
1. Acromegalia,
2. Síndrome de Cushing,
3. Glucagonoma,
4. Feocromositoma,
5. Hipertiroidismo,
6. Somatostatinoma,
7. Aldosteronoma,
8. Otras.
E) Inducida por drogas o sustancias químicas:
1. Vacor,
2. Pentamidine,
3. Acido nicotínico,
4. Glucocorticoides,
5. Hormona tiroidea,
6. Diazoxide,
7. Agonista β adrenérgico,
8. Tiazidas,
9. Dilantin,
10. α interferón
11. Otros. .
F) Infecciones:
1. Rubéola congénita,
2. Citomegalovirus,
3. Otras
G) Formas no comunes de Diabetes inmunomediadas.
1. Síndrome del hombre rígido “Stiff-man”,
2. Anticuerpo antireceptores de la insulina,
3. Otros.
H) Otros síndromes genéticos asociados con la DM.
1. Síndrome de Down,
2. Síndrome de Klinefelter,
3. Síndrome de Turner,
4. Síndrome de Wolfram’s,
5. Ataxia de Friedreich,
6. Corea de Huntington,
7. Síndrome Lawrence Monn Beidel,
8. Distrofia miotónica,
9. Porfiria,
10. Síndrome de Prader Willi,
11. Otros.
4. Diabetes gestacional;
DM
1 de causa autoinmune.- En la DM tipo 1 las células β se destruyen, lo
que conduce a la deficiencia absoluta de insulina. Este tipo de DM,
previamente denominada como insulino dependiente, tipo 1 o diabetes de
debut juvenil es una forma resultante de un proceso inmunomediado de
destrucción de las células β del
pancreas que tiene múltiples
predisposiciones genéticas y está también relacionado con factores
ambientales, aún pobremente definidos. Los marcadores de la
insulinodestrucción de la célula β incluyen anticuerpos a los islotes
(ICAs), anticuerpos a la insulina (IAAs), anticuerpos a la decarboxilasa
del ácido glutámico (GAD65) y anticuerpos a la Tirosinasa fosfatasa
IA-2 y IA-2β. Uno o más de estos anticuerpos están presentes en el
85-90% de los individuos que son detectados con hiperglucemia
inicialmente. También existe una marcada asociación con determinados
complejos de histocompatibilidad (HLA) unido a genes DQA y B lo que es
influido por los genes DRB. Estos alelos HLA DR/DA pueden predisponer o
proteger el desarrollo de la DM. En esta forma de Diabetes el ritmo de
destrucción de las células β es bastante variable siendo más rápidos en
niños y jóvenes, algunos de los cuales presentan una cetoacidosis como
primera expresión de la enfermedad y otros se inician con una moderada
hiperglucemia en ayunas que puede progresar rápidamente a hiperglucemia
severa y/o cetosis en presencia de infecciones u otro estrés. En todos
estos casos se hace necesaria la terapia insulínica para que el paciente
sobreviva. Sin embargo, existe un grupo (particularmente adultos) que
puede mantener una función residual suficiente de células β que les
previene de la cetoacidosis por muchos años. Es una forma de
presentación de lenta progresión, que inicialmente puede no requerir
insulina o tener largos períodos de remisión, durante los cuales no
requieren de la terapia insulínica y tiende a manifestarse en etapas
tempranas de la vida del adulto evidenciándose por bajos niveles de
péptido C.. Estos son los casos que algunos ubican en el grupo
denominado como Diabetes autoinmune latente del adulto (LADA). Si bien
son raros los pacientes obesos que presentan este tipo de
diabetes,
la presencia de obesidad no es incompatible con el diagnóstico. Estos
pacientes son propensos a otros desoórdenes autoinmunes como enfermedad
de Graves, hashimoto, Tiroiditis, vitiligo y anemia perniciosa.
DM
tipo 1 idiopática.- Existe otra forma de DM tipo 1 que no está mediada
por autoinumidad, no se asocia a los antígenos HLA ni tiene una
etiología conocida y que su grado de deficiencia a la insulina es
variable. Si bien este grupo reúne a la minoría de las personas con DM
tipo 1, tiene un fuerte factor hereditario y entre ellos se destacan
aquellos de origen africano y asiático.
La DM tipo 2,
previamente referida como diabetes no insulino dependiente, o de debut
en el adulto, se presenta con deficiencia de producción de la insulina y
una variación de grados de resistencia a la insulina. Puede
manifestarse desde un predominio de resistencia a la insulina con
deficiencia relativa de su producción hasta un predominio de defecto
secretorio acompañado de insulino resistencia. El exceso de peso
corporal sugiere la presencia de resistencia a la insulina mientras que
la pérdida de peso sugiere una reducción progresiva en la producción de
esta hormona. Aunque este tipo de DM se presenta generalmente en
personas adultas, no sólo no se excluye su presencia en niños y
adolescentes sino que en los últimos tiempos se ha notado un aumento de
su frecuencia en estos grupos de edades. Probablemente existen
múltiples causas que interactúan en el desarrollo de este tipo de DM y
se espera que su prevalencia disminuya en el futuro pues la
identificación del proceso patogénico y el defecto genético permitirán
la definitiva subclasificación de los tipos de Dm. La mayoría de los
diabéticos tipo 2 son
obesos, condición que causa “per se” algún
grado de resistencia a la insulina. Algunos pacientes que no pueden ser
clasificados como obesos, según los tradicionales criterios basados en
el peso corporal, presentan un predominio de distribución de la grasa
corporal en la región abdominal. En este tipo de DM, rara vez aparece –
de manera espontánea- una cetoacidosis; si aparece, ocurre asociada a
estrés o enfermedad asociada. Pueden encontrarse niveles normales o
elevados de insulina y los mayores niveles de glucemia se asocian a
altos niveles de insulina con una función normal de las células β y una
secreción de insulina defectuosa. Si bien la resistencia a la insulina
puede mejorar con la pérdida de peso y/o el control de la glucemia,
raramente regresa a un estado normal. El diagnóstico de la DM tipo 2
generalmente es tardío pues el desarrollo gradual de la hiperglucemia y
los primeros estadíos de la enfermedad transita sin que las personas
perciban los síntomas y signos clásicos. Por otra parte, es un grupo
que presenta aumentado el riesgo de desarrollar complicaciones macro y
microvasculares, El riesgo de desarrollar una DM tipo 2 aumenta con
la edad, la presencia de obesidad y el sedentarismo y su prevalencia es
más frecuente en mujeres con diabetes gestacional previa, personas con
hipertensión arterial e individuos con dislipidemias, Si bien el factor
genético de este tipo de DM no está claramente definido si está
reconocida su fuerte predisposición genética, mayor que en la forma
autoinmune de la DM tipo 1.
Otros tipo específicos de DM. Constituye un nuevo grupo que aglutina un considerable número de trastornos específicos.
a)
Defecto genético de la función de las células β. Su inicio,
generalmente se caracteriza por una hiperglucemia moderada y en edades
tempranas (<25 años), con una secreción insulínica alterada pero sin
ningún o mínimo defecto en la acción de la insulina y con un patrón de
herencia autosómica dominante. Primeramente fueron referidos como
“diabetes de la madurez en personas jóvenes” (MODY), Hasta la fecha se
han identificado anormalidades en tres locus genéticos en diferentes
cromosomas. La forma más común está asociada con una mutación sobre el
cromosoma 12, factor de transcripción hepática referida como un factor
nuclear del hepatocito (HNF) - 1α. Existe una segunda forma asociada
con una mutación del gen de la Glucokinasa sobre el cromosoma 7p que
produce un defecto molecular de la glucokinasa. Como quiera que la
glucokinasa convierte la glucosa a glucosa – 6- fosfato, estimulando
así la secreción de insulina por las células β y sirviendo como sensor
de la glucosa a causa del defecto en el gen de la glucokinasa se
necesitarían elevados niveles de glucosa para alcanzar niveles normales
de secreción de insulina. Una tercera forma está asociada con una
mutación en el gen HNF4α sobre el cromosoma 20q. El HNF4α es un factor
de trascripción envuelto en la regulación de la expresión de HNF1α.
Todavía se desconoce l defecto genético de un importante número de
individuos que tienen una expresión clínica similar. Se ha encontrado
el punto de mutación en el DNA mitocondrial asociado con DM y sordera.
La mutación más común ocurre en la posición 3243 en el gen RNA leucina,
que lleva a una transición A a G. La anomalía genética que resulta de
la incapacidad de convertir
proinsulina en insulina ha sido
identificada en algunas familias, heredando el rasgo como un patrón
autosómico dominante y presentando una intolerancia a la glucosa
moderada. De manera similar, se ha identificado la producción de
moléculas mutantes de insulina con un transporte al receptor dañado en
algunas familias, asociada con una herencia autosómica con metabolismo
normal o moderadamente dañado de la glucosa.
b) Defecto genético de la acción de la insulina
También
existen causas infrcuentes de Diabetes, como resultado de anomalías de
la acción de la insulina. El metabolismo anormal asociado con
mutaciones del receptor de la insulina puede ir desde una
hiperinsulinemia y moderada hiperglucemia hasta hiperglucemias severas,
En algunos casos puede presentarse acantosis nigricans y en algunas
mujeres se asocia a signos de virilización y ovarios poliquísticos.,
considerándose en el pasado como tipo A de insulino resistencia,
leprechaunismo y Síndrome de Rabson-Mendenhall que son dos síndromes
pediátricos con mutación en el gen del receptor insulínico con la
subsecuente alteración en la función del receptor a la insulina y
extrema resistencia a la misma. El primero presenta alteraciones
faciales características y generalmente tiene una evolución fatal en la
infancia, mientras el segundo está asociado con anormalidades dentarias y
de las uñas e hiperplasia de la glándula pineal. En los casos con
diabetes lipoatrófica e insulino resistente, al no quedar demostradas
alteraciones en
la estructura y función del receptor de la insulina, se asume que la
lesión resida en la vía de la señal de transducción postreceptor.
c) Enfermedades del páncreas exocrino
Se
consideran enfermedades del páncreas exocrino cualquier proceso que
provoque diabetes por daños difusos del páncreas. Pueden ser
adquiridos: pancreatitis, trauma, infección, pancreatectomía y
carcinoma pancreático. A excepción de este último, el daño pancreático
debe ser extenso para que se produzca la DM. Sin embargo, el
adenocarcinoma que envuelve sólo una pequeña porción del páncreas puede
estar asociado a la DM. Esto implica otros mecanismos más que la simple
reducción de la masa de células β; si la fibrosis quística y la
hemocromatosis es lo suficientemente extensa, el daño de las células β
repercute sobre la secreción de insulina. La pancreatopatía
fibrocalculosa puede acompañarse de dolor abdominal irradiado a la
espalda, calcificaciones pancreáticas detectable a los Rayos X, fibrosis
y calcificaciones pancreáticas en los conductos exocrinos del páncreas
que suelen encontrarse en la autopsia.
d) Endocrinopatías
Algunas
hormonas (Ej: hormona del crecimiento, cortisol, glucagón, epinefrina)
antagonizan la acción de la insulina y en cantidades aumentadas como
ocurre en el caso de la acromegalia, el síndrome de Cushing, el
glucagonoma y el feocromositoma) pueden causar DM. Generalmente, esto
ocurre en individuos con pre existencia de defectos en la secreción de
insulina y habitualmente se resuelve la hiperglucemia cuando se modifica
el exceso de producción hormonal. La hipokaliemia producida por el
somatostatinoma
y el aldosteronoma también pueden causar diabetes, al menos en parte,
por inhibir la secreción de insulina y la hiperglucemia se resuelve una
vez movilizado el tumor.
e) Inducida por drogas o sustancias químicas
Muchas
drogas pueden dañar la secreción de insulina. Estas drogas pueden no
causar la DM por sí misma pero la precipitan en individuos con
resistencia a la insulina. En tales casos, la clasificación no es clara
porque la secuencia o importancia relativa de la disfunción celular y
la resistencia a la insulina es deconocida. Ciertas toxinas como el
vacor (veneno de ratas) y la pentamidine endovenosa puede destruir
permanentemente las células β aunque tal reacción es generalmente rara.
Hay drogas y hormonas que pueden alterar la acción de la insulina como
por ejemplo el ácido nicotínico y los glucocorticoides. Algunos
pacientes han desarrollado una DM asociada con determinación de
anticuerpos anti-islotes y, en ciertas instancias con deficiencia
insulínica severa, después de haber recibido tratamiento con α
interferón.
f) Infecciones
Ciertas infecciones virales han sido asociadas con destrucción de las
células
β. Así se ha encontrado diabetes en pacientes que desarrollaron
Rubéola congénita, presentando la mayoría de estos pacientes HLA y
marcador inmunológico característico de la DM tipo 1. En adición, virus
coxsackies B, citomegalovirus, adenovirus y el de la parotiditis han
sido implicados en la inducción de DM.
g) Formas no comunes de DM inmunomediadora.
Hay
dos condiciones conocidas con esta categoría y otras que ocurren
aparentemente. El síndrome Stiffman (hombre rígido) que es un desorden
autoinmune del sistema nervioso central caracterizado por rigidez de los
músculos del eje veretebral como espasmo doloroso. Generalmente, los
pacientes presentan altos títulos de anticuerpos anti GAD y
aproximadamente una tercera parte de ellos desarrolla DM. Los
anticuerpos anti receptor insulínico pueden causar DM por acarrear los
mismos al receptor de insulina, bloqueando el acarreamiento de insulina a
su receptor en el tejido diana. Sin embargo, en algunos caosis, estos
anticuerpos pueden activar con un agonista a la insulina después de
conducidos al receptor y pueden por tanto causar hipoglucemia. Los
anticuerpos antireceptores a la insulina se encuentran ocasionalmente en
pacientes con lupus eritematoso sistémico y otras enfermedades
autoinmunes así como en otros estados de resistencia extrema a la
insulina presentando con frecuencia acntosis nigricans. Este síndrome
fue denominado en el pasado como Insulino resistencia tipo B.
h) Otros síndromes genéticos asociados a la DM
Muchos
síndromes genéticos están acompañados por una aumentada incidencia de
la DM. Incluyen las anormalidades cromosómicas de los Síndromes de
Down, Klinnefelter, Turner, Wolfran. Manifestaciones adicionales
incluyen Diabetes insípida, hipogonadismo, atrofia óptica y sordera.
Por
último la diabetes gestacional se define como una alteración del
metabolismo de los hidratos de carbono, de severidad variable, que se
inicia o
reconoce por primera vez durante un embarazo,
independientemente de que requiera terapia insulínica o no y de que la
alteración desaparezca o no después del embarazo. Tampoco excluye la
posibilidad de que la alteración metabólica haya estado presente antes
de la gestación y, por su importancia, es abordada detalladamente en
capítulo aparte.
La clasificación, adicionalmente,
incluye la posibilidad de describir la etapa de su historia natural en
la cual se encuentra inserta la persona. Esto se describe gráficamente
como una matriz donde un eje refleja el tipo de diabetes y el otro, las
diferentes etapas (Cuadro 1).
Los principales cambios entre la nueva clasificación y la utilizada hasta el momento son:
*
Dado que la DM en cualquiera de sus formas puede hacer que el paciente
requiera tratamiento insulínico en alguno de los estadíos de la
enfermedad, la terapia insulínica no puede representar por si misma un
elemento clasificatorio.
* Los términos tipo1 y tipo 2 deben expresarse en números arábigos.
*
La DM tipo 2 que resulta de la insulino resistencia con un defecto
secretorio a la insulina constituye el grupo más prevalente.
* Queda eliminada la categoría clínica de “Diabetes debida a malnutrición”.
*
La pancreatopatía fibrocalculosa ha sido reclasificada como una
enfermedad exocrina del páncreas que puede producir diabetes.}
* El estadío de tolerancia a la glucosa alterada (TGA) se mantiene bajo la denominación de glucemia en ayunas alterada (GAA).
*
DIAGNOSTICO DE LA DM
El diagnóstico de la DM podrá establecerse bajo los siguientes criterios, aplicables a todos los grupos de edades:
* Presencia de los síntomas clásicos más una glucemia casual con resultados > a 11,1mmol/l (200 mg/dl).
* Niveles de glucemia en ayunas > a 7 mmol/l ( 126 mg/dl
*
Niveles de glucemia > a 11,1mmol/l (200 mg/dl) dos horas después de
una sobrecarga de glucosa durante una Prueba de Tolerancia a la glucosa
oral (PTGO).
Los valores para el diagnóstico de DM y otras categoría de hiperglucemia se observan en el cuadro 2.
La
glucemia en ayunas es la prueba más sencilla para el diagnóstico de la
DM y la recomendada para su pesquisaje en personas asintomáticas.
Para la PTGO se procederá de la forma siguiente:
1.
Durante los 3 días precedentes a la PTGO se evitarán restricciones
dietéticas en el paciente (debe garantizarse un consumo mínimo de 150g
diarios de hidratos de carbono).
2. También deben evitarse cambios en la actividad física habitual, durante los 3 días precedentes a la prueba.
3. La noche anterior a la prueba debe ingerirse un contenido de 30-50 g de carbohidratos.
4.
Se interrumpirá, al menos 12 horas antes de la prueba, el consumo de
medicamentos que puedan alterar el valor de la glucemia.
5. El paciente debe mantener un ayuno de 8 a 14 horas anterior a la prueba (Puede tomar agua).
6. Se realiza una extracción de sangre en ayunas.
7.
Se dará al paciente, por vía oral y en un período no mayor de 5
minutos, 75g de glucosa diluidos en 300 ml de agua a temperatura
ambiente (natural o saborizada) y se realizará una nueva extracción dos
horas después de esa ingestión.
8. El paciente se mantendrá en reposo y sin fumar (si es fumador) en el período intermedio entre las dos extracciones.
9. Debe consignarse si hay presencia de infecciones o enfermedad intercurrente el día de la prueba.
Indicaciones de la PTGO:
1. Cada 3 años en personas mayores de 45 años
2. Una vez al año en personas con uno o más de los siguientes factores de riesgo:
- Indice de masa corporal (IMC) > 27 kg m2 o menos si hay obesidad abdominal.
- Familiares diabéticos de primer grado de consanguinidad.
- Reciente migración urbana en personas de procedencia rural.
- Antecedentes obstétricos de diabetes gestacional y/o macrosomía (peso del feto al nacer > 4 kg).
- Antecedentes de alteraciones previas a la glucosa.
- Personas menores de 50 años de edad con presencia de enfermedad coronaria.
- Personas hipertensas con niveles de triglicéridos > 150 mg/dl y HDL Colesterol > 35 mg/dl.
Esta
prueba se utiliza excepcionalmente en niños, cuando existen evidencias
clínicas sin que hayan sido corroboradas por las cifras de glucemia en
ayunas. La carga de glucosa en niños se calculará sobre 1.75g/kg de
peso sin exceder a 75g en total. No debe utilizarse en pacientes que
reciban inhibidores de la proteasa pues se obtienen resultados falso
positivos.
No obstante, los requerimientos para el
diagnóstico y confirmación de la DM difieren de una persona a otra.
El diagnóstico de la DM en un individuo asintomático no debe
establecerse sobre las bases de una única determinación de los valores
de Glucemia; es necesario al menos una nueva determinación bien sea en
ayunas o mediante una PTGO. Si el resultado de esta última fuera normal
o limítrofe, debe mantenerse un seguimiento de exámenes periódicos
hasta que la situación esté perfectamente definida, en cuyos casos el
clínico tendrá en cuenta
factores adicionales como historia
familiar, grupo étnico, edad y presencia de sobrepeso u obesidad. Por
otra parte, las hiperglucemias severas, detectadas bajo condiciones
estresantes, traumáticas o infecciosas o ante la presencia de una
enfermedad concomitante no constituirán por sí mismas elemento de
diagnóstico pues puede ser un trastorno transitorio que regresa al
desaparecer la condición mencionada.
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